En la naturaleza, la quercetina protege a las plantas contra los dañinos rayos ultravioleta y también mantiene a raya a virus y bacterias. En nuestro cuerpo, los efectos podrían ser similares. Sin embargo, durante años, la quercetina ha sido ignorada en favor de otras sustancias como el resveratrol.
El resveratrol, es el antioxidante que le da prestigio al vino tinto. Pero de hecho, la quercetina es tanto o más efectiva que su primo en la tarea de defender a las células contra el desgaste diario. El vino tinto, de hecho, lleva más quercetina que resveratrol, pero el resveratrol es más fácil de cuantificar. Por esta razón, se han ganado un lugar destacado entre los supernutrientes.
Entre los expertos, la mejor característica conocida es la de su potente actividad antioxidante, es decir, la capacidad de eliminar los radicales libres, moléculas que dañan las células. Una solución con 1% quercetina aplica a la piel de roedores fue capaz de bloquear los efectos dañinos de la luz solar.
Los estudios indican que este compuesto también ayuda a preservar el cerebro y el corazón y el sistema inmune. Por no hablar de que protege el cuerpo contra el cáncer.
El dicho de que comer una manzana al día es la receta ideal para mantener alejado al médico puede tener un origen real. Varios estudios han demostrado que la piel de manzana es rica en quercetina. Este polifenol puede reducir el crecimiento de bacterias y aumentar la respuesta inmune frente a virus. También es efectiva frente a alergias. En los últimos años, se ha demostrado que las personas que sufren de asma y bronquitis puede respirar aliviadas con su ayuda.
Una de las funciones de quercetina es aumentar la actividad de las enzimas implicadas en la descomposición de las moléculas de grasa. El resultado es que circula menos grasa por las arterias. Y las arterias sanas son un escudo contra los problemas cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Los polifenoles también disminuyen el daño causado por la acumulación de proteína beta-amiloide en el cerebro, dando lugar a enfermedades como el Alzheimer.
